samedi 30 août 2008

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II
Ya me habian prometido amor eterno, pero nunca amor para la eternidad.
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Si algun dìa lo veo conectado a cien cables, agonizante y erràtico; si algùn dia su cuerpo cede ante la estupidez vuelta enfermedad, esa horrible, de nombre màldito que invade todo sin razòn, sin aviso, si algùn dia su carne deja de luchar, y en un hospital lo veo morirse, ¿podrè reclamarle que prometio su amor para siempre? ¿podrè obligarlo a cumplirme para que viva? ¿que voy a hacer yo con esa infinitud comiendome el pecho, con ese amor màs sublime que bello acanalandome la espalda?
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Siempre he pensado en la muerte, pero en la mìa. Ahora mismo cada paso que doy me espanta, quisiera borrarlo con algun ocasional accidente; un atropellamiento, una caìda involuntaria de un edificio de 20 pisos, tomar veneno en un helado, unas tijeras de kinder en la yugular, pero ¿quièn lo va hacer? mi unica complice serìa yo misma, y yo misma no se atreve. Necesito un poco de la ira divina: un rayo, una enfermedad fulminante, un golpe seco o un asalto armado de un ladron desconocido, o talvez mejor, conocido. Necesito morirme para creer que el amor fue eterno, para irme creyendo con toda la fe, para que el tiempo y la vida no desgasten la ternura ni borren sus palabras.
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Quizà sea cierto, quizà es verdad que descubrì por fin al portador del amor sin retornos, quizà ahora todo se pueda, lo logremos, ganemos. Venga, hay que darle espacio a la esperanza, creamos en los milagros y en el futuro, pleneemos màs alla y vivamos los lìmites. Total, el cancer podrà comerse las carnes, pero tendrà que escupir la vida.
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1 commentaire:

BEATRIZ a dit…

el amor tuyo?...ah pero cuanta pretension tenemos los mortales. Y que mas da si el amor dura, unos instantes nimios y son eternos? pospongamos la muerte para los gusanos, mientras hacemos trampa y nos sentimos infinitos.

Un beso