samedi 27 décembre 2008

"La escritura es el arte de acercarse al instante posterior al orgasmo."
de costa sin mar

Duermes con tu cabeza en el puente curvo rozando mi cresta iliaca al respirar, me siento incomoda y trato de sacar esa cosa dura que se clava en mi espalda y ahora está vibrando, no la veo, no la escucho, no importa.

¿Qué debe durar más el preambulo o la cadencia final?

Afuera, dejando atrás la cárcel linda de los peces grandes y a los niños mirones, sabiendo que mi hora habia llegado, que no faltaba más que desnudarme ante tus manos, que rendirme sin derecho a treguas, nos detuvimos en el borde de las pestañas, recargamos las ansias levemente, tratando de que no pesaran porque la velada podía ser de un cristal muy delgado; sin embargo eran necesarias las certezas, y aprisionaste mi cintura -no breve pero si huidiza- antes de clavar tu lengua.

Tres cuartos de luna avanzaron rozando la atmosfera para hacer que las piedras ardieran, el fuego mismo sin árboles ni casas calcinandoce era la meta. ¿que sigue después de que la noche se astilla?

Me acuerdo de lejos que en un hotel casi estacionamiento una mujer de mantequilla te espero desnuda para cocerte el alma.


Sólo me queda una cosa por decir: no contestes.


1 commentaire:

Anonyme a dit…

Creo que hicimos durar el preambulo el tiempo necesario, exacto y suficiente, e hicimos esperar y durar la cadencia final el tiempo necesario, exacto y suficiente.

¿No crees que encontramos el equilibrio perfecto?

Yo sí :).

Te amo.