vendredi 12 septembre 2008

III

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Sacudìas la cabeza, tenias los ojos cerrados y el cuerpo abierto, nuestros genitales se rozaban sin descanso como si de ese raspar dependiera el fuego del mundo. Pude haber muerto en ese instante, porque dar placer puede ser la unica razòn amable de vivir. Explotaste dentro de mi carne con la furia sorda de un vaso que se hace trizas envuelto por un paño, y siempre me ha asombrado esa capacidad de reconstruirte erguido desde el polvo. De verdad pude haber muerto y sin maestrìa ni doctorado tener labrado un lugar en el universo.
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Si se trata de negaciones nunca sabre como pude negarme. Ahora cuando el futuro me lleva claramente a una ruta sin retorno, cuando no apareces en el camino màs que como señalamiento del camino al que no virarè, sigo sin entenderme. Amanezco pronunciando tus palabras, diciendome "quiero vivir para quererte, para amarte, para eso vivirìa", y sè que sonaste tan infantil que debì correr a arroparte para que el frìo no petrificara tu alma, pero no, te cerrè las puertas y nos llegò el invierno inclemente sin haberse acabado el otoño; fue mi culpa, yo acelerè el tiempo, yo hice venir las heladas, yo te amargue los ojos. Quizà por eso paladeo tus palabras, es la manera de endulzarte el recuerdo...
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Es claro, despuès de la primera vez que el amor me desolò, nada ha vuelto a sentirse igual. Cuando a besos extinguì el amor que me quedaba, se murieron tambièn, irresucitablemente, la mitad de mi alma y la mitad de mi piel. Alguien distinta ha nacido ocupando el lugar vacio, pero esta quiere menos, duda màs, se exita màs lento y menos profundo; es como si me hubieran operado la piel de niña por quemaduras de tercer grado, y me trasplantasen la de una anciana conservada en alcohol. Su memorìa està llena de desengaños y dolores placenteros pero amargos como el ajenjo que yo nunca conocì. Quizà por eso es que no pude amar al hombre que màs me ha rogado, quizà por eso a pesar de dolerme cada uña y cabello al resistirme a sus ojos, tenia el valor de seguir diciendo "No", porque la mitad petrificada de mi alma no escuchaba el llanto del otro lado, la niña que le golpeaba las piedras, que suplicando pedia un "Si" liberador...
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Tomè el autobus sin dudas ni arrepentimientos, si habia que seducir a una piedra calcinada iba a lograrlo. Pude haber besado al mismo Jabba, querìa enamorarme aunque fuera de un monstruo. Pero me recibiò un hombre feo con unas rosas tìmidas en la mano, una infinita hambre de mis labios y una ternura màs contundente que la tarde. ¿Què hace uno cuando el amor le acorrala y no se quiere huir? ¿No es lo mas sabio cerrar los ojos y abrir la boca, estirar el cuello y entregarse como quien da a luz?
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5 commentaires:

Alf. a dit…

Quién eres? Qué le pasa a todo el mundo que entra sale, se va vuelve... De cualquier manera lo que he leido aqui me ha entusiasmado. Espero que me desveles el misterio...

Alf. a dit…

Si claro que se quien eres! Que lindo que escribes!!! saludos!!

Alf. a dit…

A mi me pasa tanto eso de querer hablar fuera de la vista de los que me conocen que nadie sabe que tengo un blog. Pero vos lo haces bien! supersensual, dulce e inteligente!

BEATRIZ a dit…

Negaciones arrancadas del recuerdo. Parece que ayer sigue siendo Hoy, continuamente...

sabes? a mi nunca me ha gustado que me rueguen.
Pero te quiero.

Tabita a dit…

"Explotaste dentro de mi carne con la furia sorda de un vaso que se hace trizas envuelto por un paño"

Esa imagen me encantó.

Besos, te quiero