dimanche 21 septembre 2008

rasgando al gato con sus propias uñas

Camino, podrìa ir de aqui a la China. Mi alma no tiene reposo aunque mis pies no quieran andar màs.
La mitad de mi alma sonriè, (ver una sortija de bodas le alegra los ojos como nunca antes le habia sucedido), esa mitad esta tan dulce como el nectar de una uva, lista para ser paladeada; me gusta sentir esa parte, rasparle las paredes, acariciarle la suavidad; pareciera haber nacido de otra mujer, quiza es la mujer que no me habia atrevido a ser, esa que no tiene temores y el deleite es la ruta que quiere seguir, si, siempre quise asi, desde niña, cuando veia a otras soreir, dejarse llevar por sus deseos, revolcarse en la arena o coquetearle a un niño con descaro, o embarrarse el rostro de helado y la ropa tambien sin pensar en la madre que la lavaria, sin pensar si era un desperdicio, si el padre tuvo que gastar de mas para comprarlo, o si es injusto que lo deseara y pidiera...
La otra mitad està como la niña que siempre fui, esa que se aprieta a la mano de la madre y se deja llevar, que va contando los pasos para que cuando el adulto no sepa donde està ella pueda guiarlo y regresar. Estoy cansada de ser ella, estoy cansada de pensar en lo que pasara si nos perdemos, si el padre en casa se preocupa, si la abuela sufrira por la madre, si estoy siendo injusta por dejar que mi madre tan despistada me siga llevando lejos a donde no sabe, o si debo seguir de su mano y ser obediente para que no se enoje, màs, si debo decirle que como siempre se equivocò, o debo seguir callada, con el corazòn temblando, esperando a que se de cuenta lo perdida que està, y entonce empiece a gritarme a decir lo estùpida que soy, lo inutil, que no sirvo ni para avisarle, lo mala hija y estorbosa y molesta que soy...
Tambièn creo que a veces sin querer, sin reaccionar soy mi madre, esa mujer inconciente, torpe, egoista, histerica, hermosa, infantil, esa que crecio por maldiciòn, y se casò con un hombre bueno sin saber que era aburrido, sin saber que dejarìa de mimarla como niña cuando tuviera una niña de verdad, que dejaria de tratarla como una rosa de papel para obligarla a madurar, y esa que odio con toda el alma tener que hacerlo.
Sè que mi padre no soy. Yo no puedo fruncir el seño y hacer lo correcto, no conozco como èl el secreto...

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